PAPELES DE FUEGO

Dra. Laura Gil Fiallo
Encargada de Investigaciones MAM
Miembro de la Directiva de ADCA
Miembro de AICA


La opción por la abstracción sigue siendo en la Republica Dominicana territorio vedado a los pusilánimes.
No se trata en ningún caso de pintura " comercial" , ni mucho menos " decorativa", en el sentido peyorativo de ambos términos. Nos encontramos, por el contrario, con una de las opciones mas significativas y pertinentes para un pintor, en un momento histórico como el actual, en que los fotógrafos van ganando cada vez mas posiciones de valor en el campo de la expresión plástica bidimensional. Sin contar con que técnicas como el fotoshop van alejando progresiva y decisivamente a la fotografía de los limites de lo estrictamente documental y objetivo, y la acercan a la libertad creadora y la fluidez formal propias de la pintura.

En el caso de Marcia Guerrero observamos sobre todo como ella se lanza sin limitaciones, y sin ningún recurso anecdótico al cual asirse, a los deleites, las libertades y los peligros de la imagen no figurativa. Y lo hace con un lenguaje propio, esencialmente poético, a la vez suelto y riguroso, atento sobre todo al lirismo de lo vertical, y todo lo que fenomenologicamente implica la línea recta y erguida. Como en el gótico, o los cuadros de EL GRECO, la pintura de esta artista se consume en un impulso ascensional que se consume a si mismo, con la misma pasión que la llama de una vela. Ese "elan" flamígero recuerda también el que anima al vuelo mágico de los chamanes, de los hechiceros del mundo entero, en su afán de trascender la condición humana.

Materia y color, sobre una superficie de dos dimensiones, resumen y ostentan con una intensidad extrema, las notas que componen la esencia de lo pictórico puro. En la pintura dominicana, desde Giudicelli y Pena Defillo,
en la senda del informalismo español y de otros movimientos del pasado siglo, la materia ha sido un recurso
predilecto de los pintores, que han encontrado en el sobre todo un medio de experimentación formal, cuando no de expresión metafísica. Pero por lo general se trata de la materia empastada, a menudo con agregados extrapictoricos, como arena o cal, que le proporcionan un peso, una gracia ruda, y una calidad textural que la hacen apta para la expresión de lo telúrico, de lo primitivo, o de lo calidamente artesano y sincero, ajeno tanto a al rigor geométrico y pulimentado del acabado "industrial" como a la tersura de la terminación " clásica".

Guerrero descubre para nosotros un virtuosismo de la materia donde ella es mas que nada un medio sutil, y, como la física de vanguardia, la suya es una pintura donde la materia es mas que nada una forma de la energía, y su ser intimo parece estar hecho de matices, de gestos evasivos, de niveles superpuestos y ligeros de implicaciones, connotaciones y complejidades.

La materia coloreada tiene en ella el carácter de un " sfumato" que mas que de luz, es de transparencias, de energías que confluyen o se diversifican. El color se inscribe en campos que no son de " arista dura" , ni desvanecen sus fronteras en manchas informalistas, sino que se disponen serena y pacientemente sobre una superficie, para limitarse a estar quieto y a ser.

La tensión compositiva en , por lo tanto, equilibrada y ordenada, pero los cuadros respiran en todos los casos
una libertad donde el azar confluye con la necesidad de un modo natural, sin cortapisas ni escapes, y todo parece seguir el orden natural de las cosas, sin que ningún elemento discordante rompa con la armonía.
ni desequilibre los conjuntos.

Una metafísica de lo ígneo sostiene estas imágenes. Pero siempre lejos de toda alusión a las potencialidades destructivas del fuego, Se trata en todos los casos de una energía meditativa, serena y
concentrada, similar a una candela votiva, a una vela de iglesia, a la lámpara de un asceta, o de un místico que
se abisma en contemplación amorosa bajo un sol ardiente o un cielo estrellado.




Comentarios